En el marco de la preparación para la visita del Papa Francisco a Colombia, el Departamento de Humanidades de la Universidad Mariana celebró el sexto encuentro en torno al tema “sembremos confianza en nuestras relaciones”.
SIGNOS DEL ENCUENTRO
El signo sobre el cual daremos el primer paso es sembrando la “Flor de la Confianza”, representada en la Flor de Cerato, la cual “encarna el conocimiento interior de la persona y la seguridad en creer en uno mismo, en tener confianza en sí mismo para irradiar a los demás, su color azul intenso da calma.
La flor de cerato nos aporta sabiduría para escuchar la voz interior, confianza en uno mismo y capacidad de decisión para avanzar en la vida.
En cada programa antes de la celebración se dispondrá de una matera con tierra y semillas. Se hará la siembra y la matera se ubicará en un lugar donde la semilla pueda crecer; el producto de la siembra será nuestra planta- flor de la confianza, la flor de nuestras relaciones y apoyos mutuos: flor de cerato, esencia de cerato y su significado.
ORGANIZACIÓN DEL SIGNO DE LA FACULTAD
Cada pétalo de la “flor de la confianza o flor de cerato” es un programa, departamento y secretaría de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. En efecto, queremos que cada unidad se identifique con un pétalo de la flor y construya un nuevo signo en el contorno de cada uno.
El 4 de octubre se ubicará cada pétalo en la base de la flor de la confianza y las mutuas relaciones; la parte central es el núcleo que integra, y sus pétalos son la esperanza, los valores que pueden cambiarlo todo y nos pueden ayudar a mirar el presente y confiar en lo sano y bueno que late en el corazón de cada estudiante, docente, administrativo, directivo y personal de apoyo de la Universidad Mariana. La flor de la confianza se tornará más azul en la medida en que demos el primer paso. El desarrollo de cada encuentro permitirá que la flor de la confianza sea más fuerte y sólida, esto depende de la actitud, autoconfianza y seguridad en las relaciones mutuas. Se pide a cada uno salir de su estado de confort y caminar hacia el otro, aprender a convivir y legitimarlo en las relaciones. Un saludo diario puede ser un buen comienzo, una mirada, una sonrisa, un apretón de manos, entre otros.