En un compromiso decidido con el bienestar emocional, psicológico y social de toda su comunidad, la Universidad Mariana presentó oficialmente su Política Integral de Salud Mental (PISM), un instrumento de alto impacto institucional que marca el cierre de un riguroso proceso participativo con entrevistas, grupos focales y revisión de los desafíos psicosociales contemporáneos.
Esta política se consolida como una respuesta estratégica, ética y legal a la necesidad impostergable de promover el bienestar y el desarrollo integral de estudiantes, profesores, directivos y colaboradores, reafirmando a la institución como un entorno de aprendizaje sano, seguro y protector.
La Hermana Liliana Isabel Díaz Cabrera, rectora de la Universidad Mariana, destacó que esta política “responde a la necesidad inminente de cuidar el bienestar y el desarrollo integral de todos y de todas”. Subrayó que este documento fortalece una cultura institucional de bienestar coherente con los valores marianos y franciscanos, y que integra de manera corresponsable a la comunidad educativa en un mismo horizonte de cuidado.
Desde la Vicerrectoría de Desarrollo Humano Integral, la Hermana Ana Lid Cerón Melo resaltó que este es un momento trascendental para la vida universitaria, al constituirse en un punto de inflexión en la historia del acompañamiento y del cuidado integral. En sus palabras, la salud mental es un pilar fundamental de la vida académica y social, y su llamado insistió en promover ambientes de confianza, diálogo y escucha que permitan fortalecer vínculos, desarrollar talentos y dar sentido al proyecto de vida de cada persona.
La política se enmarca en el derecho fundamental a la salud consagrado en el artículo 49 de la Constitución Política de Colombia y en la reciente Ley 2460 de 2025, que eleva la salud mental a la categoría de derecho garantizable, refuerza la atención prioritaria a niños, niñas, adolescentes y jóvenes, población central en la vida universitaria, y promueve un enfoque biopsicosocial, integral y comunitario. En este contexto, la PISM permite a la Universidad Mariana responder de manera pertinente y moderna a estas disposiciones legales, reafirmando su vocación humanista y su compromiso con la transformación sociocultural.
Tras la firma del documento, la doctora Érika Vásquez, lideresa del equipo formulador, enfatizó que esta política constituye “un profundo manifiesto ético y humanista que reconoce a la salud mental como determinante social de la calidad de vida”. Señaló que la PISM invita a construir una cultura colectiva de bienestar, corresponsabilidad y acompañamiento permanente, en la que la comunidad universitaria participa activamente desde la reflexión, el cuidado mutuo y la solidaridad.
La política establece acciones concretas de promoción, prevención, orientación, acompañamiento psicosocial, detección temprana y fortalecimiento de la convivencia, la inclusión y el respeto. Sus directrices permiten estandarizar rutas de atención que aseguran intervenciones oportunas, éticas y de alta calidad, a la vez que contribuyen a disminuir el estigma asociado a los problemas de salud mental. De manera directa, busca reducir el impacto del agotamiento, mejorar el rendimiento académico y disminuir la deserción, favoreciendo un entorno más sólido e inclusivo para todos. Su implementación garantiza, además, la articulación de programas y estrategias internas con las exigencias nacionales derivadas de la Ley 2460 de 2025, convirtiéndola en un instrumento para el cumplimiento normativo en el contexto universitario.
Uno de los elementos más relevantes de la PISM es su sólido respaldo investigativo. El documento surge del proyecto Formulación de la Política Integral de Salud Mental de la Universidad Mariana, desarrollado por un equipo interdisciplinario de los programas de Psicología y Derecho junto con la Vicerrectoría de Desarrollo Humano Integral. La metodología, basada en un enfoque cualitativo, crítico social y participativo.
El acto concluyó con un mensaje humanista de la magíster Nelly Alexandra Arévalo Martínez, lideresa del área de Desarrollo Humano e integrante del equipo formulador, quien afirmó que “lo que hoy celebramos es la reafirmación de nuestro compromiso de cuidar la vida emocional de quienes conformamos esta familia universitaria”. Agradeció el trabajo articulado de Rectoría, profesores, estudiantes y equipos de apoyo, y destacó la responsabilidad compartida de acompañar “la esencia, la historia y la dignidad” de cada persona.
Con la adopción de la Política Integral de Salud Mental, la Universidad Mariana se consolida como un referente nacional en educación superior, demostrando que la calidad académica sólo es posible en ambientes formativos saludables, humanizados y respetuosos de la dignidad humana. Este avance reafirma su liderazgo y su compromiso con una educación capaz de responder a los desafíos contemporáneos desde el cuidado, la ética y la transformación social.